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andrés ignacio torres

jueves cualquiera

qué anticlimático es despedirse
un jueves a las dos de la tarde:
llegar juntos y marcharse uno,
dos pasajes, a la estación, de ida
    uno de vuelta,
escuchar la locomotora desde lejos,
no desde ella.

volver al trabajo,
entregar a las cinco el reporte,
intentando que la tinta no se corra por las lágrimas.

luego, gimnasio, impuestos, mcdonald's, la cama.
no cierres, no ciclos. trabajo. un día cualquiera.

Este poema fue escrito únicamente en español.