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andrés ignacio torres

The Trooper

a J.

  Marcho a través de la muchedumbre para llegar a ti,
  sin caminos,
  sin solicitación.

  Solo el poema y los astros
  guían a mis piernas,
  indetenibles por cuenta de otros,
  a tus cauces malditos.

  Y si es cierto que podré llevarme tu vida
  a cambio de la mía,
  entonces me entrego sin premura
  al suave beso de la hoz y del abismo:
  mi eternidad yace
  en tu último suspiro,
  en tu último aliento,
  en el canto de los pájaros que revolotean nuestras corrupciones.

  En esta lucha nadie gana y todos pierden;
  o lo que es lo mismo,
  perdí al verte por primera vez
  y sentir
        tus mariposas en mi pecho,
        tus garras a través de mis tejidos magros,
        tu pólvora ennegreciendo mi piel.

Este poema fue escrito y publicado originalmente en una iteración anterior de este blog, y fue recuperado para esta versión. Únicamente está disponible en español.